Besó a Feriha delante de todos | La llamé Feriha
Besó a Feriha delante de todos | La llamé Feriha La mirada de sorpresa se adueñó del instante. Todos los rostros giraron hacia nosotros, como si el tiempo se hubiera detenido en ese pequeño rincón del universo. Feriha, con sus ojos grandes y brillantes, buscó mis ojos llenos de una emoción que apenas podía controlar. El murmullo en la sala se incrementó, un susurro de incredulidad que parecía enredarse en el aire.
Con cada latido, me di cuenta de que lo que había hecho no era solo un gesto impulsivo, sino una declaración que llevaba en mi pecho desde hacía tanto tiempo. La llamé Feriha, no solo por el nombre que sabía que amaba, sino por la esencia de lo que significaba para mí. Era más que un simple beso; era la promesa de algo que había esperado construir.
Al darme cuenta del impacto de mis acciones, sentí cómo una corriente de valentía me invadía. No me importaba el qué dirán, ni los rumores que podrían surgir. Solo quería que supiera que, en ese momento, ella era el centro de mi universo. En medio de las miradas escrutadoras, atravesé la distancia que nos separaba, decidido a sostener su mano y guiarla hacia un futuro que, aunque incierto, sabíamos que deseábamos compartir.
La risa nerviosa de algunos compañeros rompió la tensión, y Feriha, sonrojándose ligeramente, rompió en una sonrisa que iluminó todo lo que nos rodeaba. Eso era lo que realmente contaba: el coraje de amarnos en un mundo que a menudo no estaba dispuesto a entenderlo. Con cada paso que daba a su lado, reafirmaba nuestra historia, un relato cargado de complicidades y sueños que jamás dejaría de escribir.